dilluns, 14 de setembre del 2009

La hoja del lunes/No opinar es muy difícil.

Hoy empezaremos con una pequeña referencia al torneo de maestros que se ha celebrado este fin de semana en Girona. El ganador en categoría absoluta ha sido Antonio Álvarez mientras que en la categoría llamada B el primer clasificado ha sido Toribio Martínez. Felicitados quedan desde aquí.
Todos sabemos que en el mundo del scrabble somos muy dados a las felicitaciones. Felicitamos a los que ganan, a los que ganan menos, a los que organizan a los que organizan menos, a los guapos y guapas, a los menos guapos. Y ya lo hemos asumido como una costumbre obligada. Hasta el punto de que si no nos felicitan o no nos felicitan lo suficiento nos lo tomamos a mal. Y ya no digo nada si decimos o insinuamos que alguien ha hecho algo mal, entonces no te arriendo la ganancia.
Pero todo eso forma parte de la opinión, de tomar partido, de posicionarte. Y eso es algo que hacemos todos los días. A veces conscientemente y a veces sin darnos cuenta. Pondré unos ejemplos absolutamente inocentes.
Hace unos días, me di cuenta que la sección de enlaces de este blog había quedado algo desfasada y que debía reformarla y actualizarla. Y así comencé a cambiar cosas -cambios que continuarán en los próximos días y semanas que muy trabajador no soy-. Y cuando fui cambiando cosas vi como iba tomando decisiones que marcaban posición, que eran sin duda alguna opinión.
Introduje una sección de diccionarios. Y cuando me planteé incluir uno en catalán no introduje el DOSC ni el diccionari de scrabble. Introduje el DIEC2. Y eso marca una opinión aunque cualquier día incluya más diccionarios.
También introduje una sección de juegos en líneas. Y empecé incluyendo la página del wabble. Y lo hice para marcar opinión. No fue una decisión inocente. Es más, hasta hace unos días no hubiera opinado así.
Igualmente, reformé la sección de enlaces de El Prat. E incluí la página de las entidades de El Prat. No sólo lo hice por su importancia. Quería transmitir sútilmente que todas las entidades de El Prat deberían estar en esa página.
Quiero decir con esto, y podría poner más ejemplos, que opinamos cada instante. Siguiendo con los enlaces, no opino sólo yo. Hace unos minutos he visitado una página en la que sólo hay enlaces de scrabble en catalán. Eso, evidentemente es opinar.
También hace poco visité la página de un amigo que al organizar los enlaces distingue a unos como amics. Eso también es opinar. Y por partida doble. Distingue a los que son sus amigos de los que no lo son.
Y qué decir de los enlaces que cada blog o página incluye o deja de incluir. Evidentemente está opinando al marcar qué enlaces son importantes y cuáles no.
Y no sólo en los enlaces. Cuando otro amigo nuestro habla de su localidad como la capital del scrabble también opina y también marca a los demás como zonas suburbiales.
También opinamos con nuestros comentarios. Eso parece de perogrullo. Pero es que no sólo opinamos cuando escribimos comentarios. También cuando no lo hacemos. Hay personas que me han hecho comentarios sobre lo que escribo en este blog y sin embargo nunca han hecho un comentario en él. Esto también es opinar.
Por eso, resulta tan extraño que nos molestemos cuando esos comentarios son más directos y más transparentes. Porque opinar, lo que se dice opinar lo hacemos a cada instante. Incluso lo hago yo cuando escribo este artículo.